Se trata de la rehabilitación de una vivienda mínima, ubicada en un edificio de dos plantas y entre medianeras en el casco antiguo del barrio de San Andreu de Barcelona.
El proyecto plantea una rehabilitación integral del edificio, ya que éste no cuenta con ninguno de los servicios e instalaciones mínimas. También se han derribado todos los tabiques que compartimentaban unos espacios pequeños, de otras épocas pasadas, resultando un solo espacio diáfano, más amplio, luminoso y ventilado.